En la
mitología griega,
Atenea o
Atena (en
griego Ἀθηνά
Athēná o Ἀθήνη
Athḗnē; en dórico Ἀσάνα
Asána) era la
diosa de la
sabiduría, la
estrategia y la guerra. Asociada por los etruscos con su diosa Menrva, y posteriormente por los
romanos con
Minerva,
Atenea es atendida por un
búho, lleva una coraza de piel de cabra llamada
égida que le dio su padre y está acompañada por la diosa de la victoria,
Niké.
Atenea es mentora de héroes, una diosa guerrera armada, nunca una niña, y siempre
virgen (
parthenos); de ella se decía que había hallado los progresos los hombres para ser infantiles. El
Partenón de
Atenas (
Grecia) es su templo más famoso. Nunca tuvo consortes ni amantes, aunque una vez
Hefesto lo intentó sin éxito.
Herodoto y
Platón la identificaban erróneamente con la antigua diosa de los libios (actuales
bereberes)
Neith. Según
Platón,
Atenea derivaba de A-θεο-νόα (
A-theo-noa) o H-θεο-νόα (
E-theo-noa), que significaba «la mente de Dios» (
Crátilo 407b).